jueves, 13 de marzo de 2014

Retratos

El día después


   Pilar Manjón es esa mujer firme, contundente, y al mismo tiempo acogedora, que nos sorprende por la lucidez y profundidad amorosa de sus palabras como presidenta de la "Asociación 11-M Afectados del Terrorismo", tras la masacre de los trenes de cercanías de Madrid.
  Bajo esa eterna tristeza que desprende por haber perdido a su hijo Daniel en aquel infame atentado, hay un diamante tan duro que no han podido resquebrajarlo las injurias a su persona, la difamación mientras se celebraba el juicio, la mentira sobre los hechos, ni la "frialdad" que, según algunos medios, hubo en el saludo del Rey en la ceremonia del aniversario de este año (sorprende que el monarca pierda el aparente sentido de cercanía a "su pueblo" precisamente con esta mujer; espero que no venga motivado más allá del agotamiento vital al que le habrá llevado tanto besamanos en su reinado).
   Gracias a ti Pilar, y a otros muchos claro, hemos aprendido a no caer en un pozo oscuro del que surgiera el rencor hacia quienes no tienen más que el color de los asesinos, sin paroxismos, sin trifulcas políticas interesadas. Nos has abierto los ojos, hasta rozar la heroicidad del alma, que lo más crudo, lo más difícil, lo más humano, es el día después; los tantos días después de quienes quedan destrozados por las heridas en la piel y en el cerebro, por los que se quedan huérfanos, alguien dijo que tú pasaste a ser "huérfana" de tu hijo, viudos o sin hijos de cualquier religión; los que son resistentes como la vida que resurgita después de cualquier eclosión natural; porque os hemos visto entregaros (buscando la comida o el techo para los desheredados y carcomidos por los buitres que se burlaron con las preferentes de vuestros seguros, y más...), y de reclamar la "reinserción de las víctimas" algo en lo que no habíamos caído.
   Hoy han pasado varios días, pasarán muchos años, después de las músicas y recuerdos oficiales, pero os recordamos, en un minuto eterno, como a tantas víctimas inocentes de cualquier punto del mundo, para que se nos grabe que lo más difícil es el día a día del después y, que gracias a los anónimos, y notorios como tú Pilar, les llega la fuerza y el cariño que tanto necesitan para tanta vida como aún les resta (menos mal que te llegan los versos en deuda de un poema pensando en tí, de tu fiel amigo Luis Pastor, inmenso juglar).

     PD: Por fin pude escribirte. Encontrarme tirado a una papelera el libro de Eulogio Paz, 11-M. Cartas al director, prólogo de Antonio Gómez Rufo, Ediciones Planeta Rojo, dedicado a una persona que todavía figura en la cubierta, me ha hecho reflexionar cuán duro es recordar la negrura y la pena a diario, aunque sea el lomo de un libro en una estantería. O la exquisita, por delicada y contundente, entrevista de Nuria Vilela que te hizo: "Nuestro primer triunfo fue que empezara el juicio", en Madrid Sindical, marzo 2007.

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