¿Quién no se ha encontrado alguna vez una bicicleta en un quinto? La mía tenía el cuadro negro, olor a serrín y sudor en su manillar cromado; un caballo de hierro con el que volar..., por las pendientes de la vida, sin demasiados timbrazos, con esmero el freno, por quienes llevamos en el transportín.
sábado, 23 de diciembre de 2023
miércoles, 14 de junio de 2023
Miradas
Destellos de Goya sobre el Garona (Burdeos)
Los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío, o del 3 de mayo, Francisco de Goya (1814). |
Plaza de la República. París. Infobae. Reuter/Gonzalo Fuentes. |
Puerta Ayuntamiento de Burdeos. Marzo 2023. N+Foro TV. |
El «Gigante sentado» y «El Coloso», obras vinculadas. ABC Cultural, 10/12/2020. |
Puente de Napoleón. Extraído de sitioshistóricos.com |
Niños
y niñas por los museos, de forma natural e interactiva, en esta soberbia ciudad
de contrastes. Muy pocos podrían imaginar otros escenarios que no fueran estos que
la cultura ha traído. En un país bandera que mantendría la hospitalidad, la universalidad, los
derechos humanos sin límites de tiempo. Aquí, donde se recrearon y partieron
ensayistas del pensamiento, la filosofía y literatura de la mano de Nicolás
Montesquieu (a quien volveremos a redescubrir más adelante en el desorden político
que se vive en la Francia actual, con intermitencias en lo que recoge en El
Príncipe (1513) donde define a la religión y su función indispensable
"como factor decisivo de la cohesión social", no de los hombres y la
trascendencia, sino en el entramado institucional; y ya en el siglo XX a Michel
Montaigne y su lucha contra la ignorancia, fuente de todo mal; o François
Mauriac y sus análisis del hombre sin Dios. ¿Qué engaño sutil puede
sobrevenirles a estos jóvenes franceses en estos tiempos de aparente total
"ilustración" y formación ciudadana y estética? ¿Seremos nosotros los
"pinochos" ingenuos frente al cambio despiadado del control de la
información y de las cuadrículas de las que no podremos salirnos, de nuestros
hogares y calles, hasta que lo controle todo el poder, venga de donde venga, o
sea más sutil que todo esto?
Manifestación durante la huelga general |
Meses más tarde, finales de aquel 2018, se desató la gran movilización, la de los "Chalecos amarillos". Miles de personas de toda condición, en lo que denominaron un "movimiento espontáneo", protestaban contra el incremento brutal del precio de los combustibles, un incremento fiscal abusivo y, por tanto, la pérdida de un poder adquisitivo que tocaría las clases más susceptibles del entramado social francés (en España el "15-M, de 2011, partía de una movilización pacífica, por una mayor participación democrática, social, y alejada del bipartidismo y los poderes económicos y ocultos que acogotan una verdadera democracia).
La región de Aquitania tiene muchos momentos revolucionarios en su historia. Tres siglos antes de la llegada de Goya, había surgido la prosa de Étienne de La Boétie (Sarlat 1530/Le Taillan-Médoc, cerca de Burdeos 1563), quien atisbara ciertos orígenes del anarquismo. Otro luchador contra el Absolutismo con su Discurso sobre la servidumbre voluntaria o el Contra uno (1572). En él pone en duda la legitimidad de una autoridad, cualquiera, sobre el pueblo, la sumisión. Pone el ojo en la vigilancia de la libertad, del contrato social y, aunque no fue activista, se le considera como precursor del anarquismo y la desobediencia civil. Murió con la peste. Hoy podríamos comprender parte de aquella tragedia. Todavía, a buen seguro, el término pandemia también viene asociado a control y anulación. La inacabada "peste-pandemia" que no deja de azotar con sucesivas olas a todo el mundo, por mucho que acallen los medios, ha pervertido, aún más, la conciencia de quienes se sabían "controlados" por los saqueadores de la naturaleza, de la Tierra y de las conciencias; dejándolos ahora quizás más endebles, sin resquicio a una defensa física y mental ante el bombardeo del miedo y de mensajes dirigidos a las emociones básicas.
No ha muchos años que circula el libro del periodista y analista estadounidense Thomas Frank, Why the poor vote right, en Francia traducido Pourquoi les pauvres votent à droite (Por qué los pobres votan a la derecha, 2013). En el prólogo, Serge Halimi atisba que esa corriente iba más allá de las fronteras americana y francesa. No se vio venir. ¿Cómo podían acudir a las urnas a votar a quienes contravenían los logros alcanzados en la lucha obrera para su mejora en el estado de bienestar, que se había asentado en la década de los sesenta del pasado siglo, y tras muchos decenios de lucha y muertos en el proceso?
Allí, en Fuendetodos, Goya está en boca de todos, y su nombre evoca guerra y miseria. Miseria que se muestra en la negación que unos hacen del derecho a la Memoria Histórica, mientras se hacen fotos, a miles, en el vecino Belchite -el cuadro mudo, silente, de la muerte y la desmemoria de la ignominia, del horror en letra por los grafitis de la iglesia y los huecos de los obuses en las calles polvorientas de escombros, casi cinco mil muertos entre las víctimas con los alrededores-. El dictador Francisco Franco prometió a sus supervivientes la reconstrucción, pero luego la dejó como muestra de la "barbarie" del bando republicano. Hoy continúa la ocultación de los bombardeos sobre poblaciones civiles por las fuerzas aéreas italianas o alemanas, apoyando al bando golpista, luego franquista, en la guerra civil del "36", como factor decisivo en el triunfo de los golpistas. El minucioso lavado de imagen posterior hizo perder el azogue del espejo en el que mirarnos hoy. Y el miedo, el miedo de aquellos huidos, los que pudieron, fueron los que llevaron al pintor, y a muchos más, a exiliarse.
Como
la mentira tiene las patas muy largas, se dice, ésta persiguió a un joven de
Cetina, con casa palacio donde se casara Quevedo, a unos cien kilómetros de
Fuendetodos, ya en tiempos de "paz". Allí se sigue recordando a
Benito López Franco (ironía del segundo apellido), el Soldado de los milagros. Un
17 de enero de 1950 apareció muerto en los baños del del cuartel de Regulares
5, en el que cumplía el servicio militar. Considerado suicidio por las
autoridades militares fue depositado en un ataúd boca abajo, y con la supuesta
cadena que utilizara, fuera del cementerio de la "Purísima
Concepción" de Melilla. Ciertas "curaciones", supuestamente
cumplidas por creyentes, han hecho que las flores y coronas no le abandonen ni
en su pueblo. Compañeros suyos, casi al final de sus vidas, se atrevieron a
decir que cierta pasión con la hija de un mando le llevó a la tragedia. El
poder no perdona que el pobre se acerque a su cortijo, y el cura coadyuva en
apartarlo de tierra santa (se vivía la efervescencia nacionalcatólica tras
la guerra civil).
PD. En España acaban de celebrarse las elecciones municipales, con resultado de mayorías absolutas en el caso de unirse la derecha y extrema derecha en ayuntamientos y comunidades autónomas. Se dice que ha sido un "rechazo" a la política de un gobierno nacional, trasunto llevado a la campaña por la derecha, cuando tocaban otros menesteres en elecciones locales, de pactos con las izquierdas (PSOE, Podemos e IU, apoyos de nacionalistas catalanes, ERC y vascos, también EH Bildu, en políticas sociales, etc...), que ha tenido logros en lo económico y avances en lo social, reconocidos en Europa y otras instancias internacionales. Hace unas horas en la Comunidad de Valencia se ha firmado el primer gran acuerdo de gobierno regional, ¿sorprende?, con los aspavientos de un PP que anunciaba contra viento y marea que no pactaría con la ultraderecha de VOX (un acuerdo que lleva un folio de líneas de gobierno, de fondo huero y de bajísimo nivel político, además de burdamente redactado. Muy claro, eso sí, el reparto de poder). En ocasiones como ésta el triunfo de la derecha y ultraderecha recuerda las luchas de los Ilustrados liberales frente al Absolutismo y su final; el triunfo, aquí y ahora, en las urnas, de quienes habían denostado a las clases más bajas en el pasado, y que los alzan de nuevo al poder, apoyando lo retrógrado y perjudicial para sus derechos y logros alcanzados. Entonces, cabe preguntarse una y otra vez, ¿por qué los pobres, y aquí caben los que lo son y los que no lo saben, votan a la derecha?
Goya volvería a marcharse a Burdeos, desde su Aragón de hoy, dejando la "Corte" madrileña que está instaurada en la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol. A la luz de sus obras no vislumbramos cuándo saltarán chispas de lucha en las calles (que no de fuego ni ataques sobre las obras de arte que se producen como llamada a acciones supuestas de reivindicación) provocadas por la rabia de quienes todavía tienen mucho que alcanzar, antes que pierdan la conciencia de ello.