sábado, 18 de mayo de 2019

Miradas

Lyon: De los Canuts a los chalecos amarillos
(Antes que el 5G sea nuestro Gran Hermano)


Imagen relacionada     Un sábado más de movilizaciones en las calles de Lyon (también estarán en París, Nantes, Toulouse, Reims...). Se cumple medio año en el que las televisiones abren sus informativos con especulaciones sobre cómo se desarrollará. Ésta es la vigésimo séptima marcha de los “Gilets jaunes”, los Chalecos amarillos franceses.
   Desde el pasado primero de mayo, conmemoración del día de los trabajadores, que pasó a ser más un reencuentro-fiesta (en la que se vieron en la plaza Bellecour, en la imagen de arriba, banderas rojas, rojinegras, alguna independentista catalana y chilena, y muchas consignas anticapitalistas), será la cuarta convocatoria de manifestaciones en menos de un mes.
   Frente a mi ventana un emblemático edificio tiene grabado, en su heraldo con león, las palabras “Liberté, Egalité et Fraternité”. En su portalón un joven saca su cabeza del saco en el que ha dormido bajo una lluvia tenue esta noche. Le llevo observando varios días con pudor para no violar su "intimidad". Querría hablar con él, conocerle. La previsión de un fuerte dispositivo policial, sonido de sirenas, me distrae de esta persona “sin techo” que lee aun cuando cae casi la total oscuridad con el destello de los focos que envuelven el majestuoso edificio que ha convertido en su "alcoba". De pronto se levanta, recoge la basura desperdigada de una papelera que unos pijos adolescentes tiraron después de arrastrar un patinete por todo el empedrado de la plaza. 
chalecos amarillos
Lyon. 11-5-2019. Notimex. TVAzteca.
   Los helicópteros de la policía y las sirenas de los furgones con los antidisturbios revolotean entre las márgenes del Saone y el Ródano. Mi vecino se asea con una botella de agua y antes de recoger su mochila, “regala” el periódico de ayer a una pareja sentada en un banco que le mira perpleja. Se marcha con un bolso en una mano y su libro en la otra. Quiero pensar que acude a la manifestación. 
   Anoche paseaba por la plaza Croix-Rousse, el centro neurálgico de los Canuts. Aquellos primeros obreros de los telares que vieron rebajados sus salarios hasta casi no llegar a una vida digna, y que les llevó a levantarse y luchar en 1831 por poderse llevar un mendrugo de pan a la boca. 
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   Alejandro Dumas relata en sus Memorias: "...los desgraciados obreros lucharon largo tiempo en silencio, intentando, cada trimestre, reducirse a habitaciones más estrechas, a barrios más fétidos, tratando cada día de restar alguna cosa de sus comidas o de la de sus hijos. Pero al fin, cuando ellos se vieron frente a la asfixia por la falta de aire, frente al hambre por la falta de pan, se elevó de la Croix-Rousse [...], es decir, de la ciudad obrera, un mismo sollozo... Era el lamento de cien mil dolientes".
   Ahora, el encarecimiento del gasoil, supuso que en el otoño pasado se levantaran aquellos que dependen del viejo coche para llegar a la fábrica en regiones donde el transporte público, muchas, no llega. Luego se han sumado otras reivindicaciones que pasan por una Educación más igualitaria, una Sanidad con mayor calidad; y llegaron también ecologistas, antisistema, y quienes abogan que el 5G en las telecomunicaciones supondrá que llega realmente el Gran Hermano que controle nuestra existencia, que ya está ahí. 
   Entonces, con los canuts, se aplastó la revuelta con cientos de muertos y miles de desplazados. Ahora, las fuerzas de seguridad, con unos antidisturbios  armados hasta los dientes, y con una legislación que les ampara en su actuación casi sin límites y con detenciones ilimitadas, cuentan con la orden de aplacar los hechos violentos como sea. No han podido, los organizadores, que no provenían de sindicatos ni partidos, sino de generación casi espontánea, y por tanto con poca organización al inicio, aplacar a quienes se han introducido en las manifestaciones, han utilizado la violencia, y generado casi una metamorfosis de los principios por los que se movieron la mayoría. 
   Durante los recorridos se comparten momentos en los que grupos perfectamente organizados se ajustan pasamontañas, sacan cascos y porras o artefactos des sus mochilas y se lanzan como pelotones organizados sobre las fuerzas de seguridad. Éstas actúan como un ejército que toma calles y puentes, del Ródano este sábado; no permitirán abandonar las manifestaciones más que cuando entienden que controlan la situación, sólo los acreditados como informadores pueden salir en cualquier momento del canal. 
  Al final, en vísperas de elecciones al Parlamento Europeo, con una izquierda dividida, y altibajos del presidente francés, Emmanuel Macron, la ultraderecha va sacando pecho y ganando partido en las encuestas (lejos ya de la diferencia que sacó a Marine Le Pen en las presidenciales). 
   Los franceses, ciudadanos republicanos -y con marchamo de concienciados en la convivencia y el asilo a los perseguidos políticos y emigrantes-, se debaten ahora en si cerrar fronteras o recortar libertades (en el inicio de las protestas se incrementaban las penas con la ley "anti-vándalos", que daba poder a los gobernadores a suprimir convocatorias de manifestaciones, justo cuando los sindicatos, como la CGT se sumaban a la protesta).
Imagen relacionada
Centro de Historia de la
de la Resistencia y la Deportación.
   A muy pocos metros las paredes del museo de la II Guerra Mundial siguen silentes. El horror, la Francia dividida entre colaboracionistas y libertadores de la ocupación nazi, sigue perdiendo protagonismo. Aunque no cejan en buscar héroes e historias que parten desde el mismo Lyon como la de Virginia Hall, espía británica, con una pierna de madera, que decidió "atacar" a los nazis desde los burdeles galos, introduciendo heroína en las copas o que las meretrices contagiasen sífilis o gonorrea a los oficiales teutonesEl ocho de mayo, el gobierno de la nación trató de revitalizar la conmemoración. La lluvia resbalaba por el rostro del presidente mientras presentaba respetos ante la estatua del general De Gaulle en los Campos Elíseos. Algunos países de esa Europa no podían celebrar ese día, tampoco tienen muchos museos sobre la Memoria. En las televisiones se habla de la crisis de la Unión. Otros todavía están tratando de recomponer su historia, como España.
   La explicación de la derrota de la insurrección de los canuts se debió a su desventaja con los soldados y su armamento, pero también a la falta de una estrategia política. El triunfo de los chalecos pasará por la promesa de bajar los impuestos y subir las pensiones, que ya han conseguido, pero no pararán pues tienen ahora más reivindicaciones. Quieren otras medidas que llevan pegada a sus espaldas. Entremedias unas elecciones europeas y en el horizonte la presidencia de la República. Un recorrido difícil de mantener.   
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Música junto al Ródano. Euronews.
Rodrigo Barbosa.
 En Lyon las televisiones, como antaño Louis Lumiére filmó la salida de su fábrica, recogen las imágenes de los botes de humo y las carreras de los equipos médicos con mascarilla entre los heridos. Ambulancias y coches patrulla se disputan la música. 
Resultado de imagen de estatua de rodin la tentación de san antonio   Pero también hay belleza en los rostros jóvenes que acuden cada sábado a su cita; hay estudiantes, que también serán de bellas artes y que vienen, quizás, del museo de Beaux-Arts y dilucidaron sobre la Tentación de San Antonio de Rodin, sobre la tensión psicológica y física, como sienten ahora sobre el asfalto. 
  O les habrá llegado las notas tétricas de la melodía incesante que habita el ametrallado vagón del Train de marchandises de Yoko Ono, en las inmediaciones del Museo de Arte Moderno; un memorándum en recuerdo a los mexicanos que murieron en 1987 en su intento de pasar a EEUU, al hombre como mercancía, a las injusticias del siglo XX, más un canto a la resistencia y la esperanza por un futuro mejor.
   Al final los manifestantes tendrán prohibido llegar a la plaza de Bellecour -tampoco abandonar el recorrido por cualquier puente del Ródano para un mayor control policial-, donde al final está la estatua al autor del Principito, Antoine de Saint-Exupery, nacido en Lyon, al que le atribuyen: "El hombre se descubre cuando se mide con un obstáculo". Allí sumarán sus pancartas, bajo la gigantesca publicidad del rostro de una bella mujer y el rótulo Huawei, los ecologistas y los "Anti5G", quienes ven un peligro inminente para la salud la emisión de ondas milimétricas, amén del control sobre la libertad y designios del individuo en un futuro inmediato.
   Yo también dejo la plaza de Bellecour, para cuando vuelva a Lyon. Entonces daría cualquier cosa por reencontrarme con aquel hombre que compartió sus noches en la calle con mis pensamientos.
   
"… Cuando el reinado de ustedes termine,
Entonces nosotros tendremos
la mortaja del viejo mundo
Pues ya se escucha la revuelta que crece,
Entonces, nosotros, los tejedores de seda,
Estaremos desnudos”.
Versos de un himno de los Canuts.

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P.D.: Ayer, 24 de mayo, un atentado con un explosivo, todavía sin reivindicación ni detenido su autor, o autores, y que hirió al menos a trece personas en Lyon. Nuestro  más sincero deseo de una pronta recuperación para ellas, y de la paz para un pueblo cívico y hospitalario. Y la más firme condena hacia los que lo perpetraron. La fecha, en vísperas de las elecciones europeas, y el lugar, enmarcado en un territorio francés de históricas luchas reivindicatorias, puede que no sean arbitrarias, y por supuesto no son indiferentes para nadie.

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