martes, 3 de febrero de 2015

Miradas

No importa
Zaida Escobar observa los rostros en su cotidianeidad.
Le interesan los gestos, y los matices.
  No importa otro desahucio más cuando cerca de cuarenta mil millones de euros llegaron a Bancos y Cajas de Ahorro; y es que tan poco crédito tienen ya las palabras...
 No importa cuántos Anónimos mueren en los pasillos de los hospitales amontonados; como miles de estudiantes en aulas atiborradas (con que balen y rebuznen en un segundo idioma, se comenta en los despachos del Ministerio). Llegó la hora de cerrar la Universidad a los menesterosos y pobres de bolsillo. El Máster ha desbancado a la Razón y la Crítica.
   No importa que estas generaciones se hundan en el analfabetismo, tremendamente consumista, alienada en la torpeza por las basuras telemáticas y  atolondrada por las nuevas tecnologías con usos pueriles. 
 No importa que la violencia no haya desaparecido en las casas contra las mujeres, ni de los hijos "Nini" contra los padres, ni en las calles, ni en las comisarías; los observatorios y medidas sociales cuestan un pico, y ahí está la crisis para cerrarlos.
    No importa, eso sí, que se instaure de forma subrepticia la cadena perpetua en cárceles bajo eufemismos de "condena revisable", si hay alguien que cree en la reinserción. La tinta azul y "decolorada" de acuerdos contra el terrorismo  se seca lejos del rojo fuerte que cae en las concertinas del sur, donde se practica el "desahucio" vital con palos y fusiles que suenan en la noche al otro lado de la valla. No hay tinta para mojar talonarios que ataquen de muerte al hambre y el terror que los empuja allí en sus casas.
Instinto.
   No importa que las siluetas espeluznantes de mujeres vestidas de negro de cabeza a los pies en determinados países islámicos se perpetúen; pero cuando una mujer negra, Michelle Obama, se niega a llevar el velo en una recepción por aquellos lares... Dicen que tiene poder, como tantas otras que también lo hicieron (hasta la exministra Mato, miren), pero la estupidez con la que algunos medios americanos critican este insignificante, pero importante, detalle que aliente lo humano y venza al miedo no ha tenido mesura. 
   No importa que el paro se haya enquistado en esta sociedad (cuatro millones y medio de personas en las encuestas, sin contar las que se fueron y las que no acuden ya a la ventanilla); el gobierno inyecta mensajes intravenosos sobre el furor de las bolsas y la macroeconomía. A las colas de las oficinas de empleo, y a los rendidos en las avenidas en cartones, los sin techo, flamantes vehículos millonarios de cristales oscurecidos los "gasean" con humos edulcorados.
   No importa que otro olor a gas y crematorio se extienda aniversario tras aniversario del campo de concentración de Auswitch y del horror nazi; los presos españoles en aquellos campos de exterminio, republicanos exiliados tras la guerra civil, no fueran reconocidos por el dictador Franco, dijo que no eran españoles, ni por los sucesivos gobiernos tras la instauración de la Democracia, miraron para otro lado.
   No importa el mensaje, o sí, cuando este va hacia la emoción, sin tener en cuenta las ideas o los proyectos. Hay tanta rabia, desde hace tanto tiempo, que es necesario vocear a la Utopía. En los próximos tiempos subirán muchos juglares a las tribunas. Habrá masas aplaudiendo. Alguno hasta se hará bufón del rey.
  No importa, es el título de una serie de relatos de Agota Kristof, (Hungría 1935, Suiza 2011), autora también de El gran Cuaderno, una trilogía estremecedora sobre la violencia y la vacuidad humana. No importa es la suma de seudopoemas que juegan entre el absurdo y la fantasía, sobre la inanidad de una vida adulta y la búsqueda de la niñez.
   No importa quienes seamos. Cuando buscamos refugios contra la indolencia, banderas contra la injusticia, y se quiere abrir una rendija a la esperanza, no sobra nadie.

P.D.: Obra de Zaida Escobar. http://zaidaescobar.blogspot.com.es/
Los interrogantes que disparan sus trazos crecen por encima del texto y simbolizan la rabia y la fuerza que guarda esta artista nunca indiferente con la realidad.

1 comentario:

  1. ...No importa que Putin dando rienda suelta a sus delirios imperialistas siga poniendo la bota sobre quienes no aceptan su eucaristía. Mientras regala gas a los ucranianos prorrusos, llama a filas a los que huyeron de Ucrania radiados tras el desastre nuclear de Chernobil (algunos de los cuales viven hoy en España). Y Gazprom patrocinando la liga europea de fútbol....

    http://futbolfinanzas.com/gazprom-los-trapos-oscuros-del-nuevo-amigo-de-la-fifa/

    Distancia Madrid-Kiev (según Google maps): 3693,5 km

    Saludos.

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