martes, 20 de mayo de 2014

Miradas


¡Basta ya! 
Devolvednos...



Algunas de las niñas secuestradas. El horror con rostros.
Una historia demasiado macabra y repetida hasta aquí.
Ocultas otras muchas, a sabiendas de todos.
   A nuestras hijas, las casi trescientas niñas secuestradas hasta aquí por los hombres del grupo Boko Haram en Nigeria (que muy flaco favor hacéis a vuestra condición de grupo seudo-religioso, y sí tanto como terroristas y asesinos sin escrúpulos). Y, al resto del mundo, devolvednos el derecho a que los servicios de inteligencia, ejércitos y diplomáticos, las busquen y liberen para demostrarnos, todos, que sirven para algo más que aumentar los límites del poder de unos pocos sobre los muchos débiles.
   Devolvednos a nuestras casas, tras dejarnos sin esperanza (somos las mujeres presas del sultán de Brunéi; nuestro único pecado, si acaso, que no delito, afrontar un aborto). (¡Cómo sufrimos por vosotras quienes aquí, en España, tenemos una Ley que ahora vemos peligrar! Una "espada de Damocles" para las que no tengan posibles; a qué distancia nos veréis y cuán cerca os queremos). 
Aquí es espectáculo.
El horror de la realidad
cruzaría conciencias.
   Devolvednos también a nuestras compañeras que quieren hacer uso libre de su sexo y vida con otras mujeres, que no sean dilapidadas. ¡Miserables y cobardes verdugos! Y también a nosotras, dicen ellas, las jóvenes sin voz; devolvednos la ilusión de encontrarnos con el Amor que surja del corazón y no ser botín de boda de nuestros padres; o que tampoco nos mutilen los genitales (todavía). 
La trata de mujeres,
una lacra que no cesa.
laindustria.com
 Y a nosotras las prostitutas devolvednos una posibilidad por una vida digna y ser dueñas de nuestro cuerpo pues ahora somos esclavas del tráfico internacional de trata de mujeres que no para; carne de sexo sin rostro.
El eterno tema del celibato
en la Iglesia católica.
religióndigital.com
  O a nosotras, que somos casi una treintena de mujeres, de otros tantos sacerdotes; devolvednos la razón, y a pedirle al papa Francisco, qué cercano nos parece, que cambie la concepción sobre la convivencia conyugal de quienes se entregan a la Iglesia católica.
Cañete en el patio,
para "niños".
noticiasdeabajo.wordpress
 Devolvednos, en penúltimo lugar de esta corta lista, a las escuelas, a esos "hombrazos", para que nosotras, las maestras en aulas mixtas guiemos a esos "machotes" que no han aprendido, después de tantos años, el valor de sus compañeras (empezando por el último trilero de la política, el ministro  de Agricultura y candidato "sonado", doble acepción, a las elecciones europeas por el PP; que entregue el acta de diputado para que no llegue a comisario de la Comisión Europea, por su boutade sobre la arrogancia de no sobresalir en un debate televisado y depreciar "su capacidad intelectual", a la candidata socialista Elena Valenciano (como debiera haber vuelto al cole, en 1986, Alfonso Guerra por su "hay que convivir con la economía sumergida como con algunas mujeres. No se las puede eliminar"). 
   Ahora bien, dénse prisa porque en ambas cuadrillas, algunas mujeres también ven con buenos ojos la segregación por sexos en algunos colegios concertados (Madrid se lleva la palma, donde su Consejera la ampara); quienes lo impongan, que lo saquen de sus bolsillos y justifiquen a sus cachorros en el mañana.
   Devolvednos, por último, hombres débiles, la confianza que pusimos en vosotros, porque sintieseis como nosotras. Seguimos muriendo mientras parimos en los trigales, en los campos de refugiados, en las guerras, en los hogares por una furia negra. Nos sentimos acorraladas.
  Ustedes, tú que escribes estas líneas, el resto de los mortales, que no tenían conciencia, ya ven. Y escuchan. Así que, ¿por qué optan?
P.D.: Arias Cañete consiguió en octubre la aprobación del Parlamento europeo para ser elegido comisario de Acción por el Clima y la Energía, solo falta un pequeño paso, quizás más corto de una mejor noticia de las mismas vísperas, y es que el gobierno de Nigeria llega a un acuerdo con el sátrapa Boko Haram para liberar las niñas secuestradas. ¿Alguien me puede explicar cómo se pueden salir con las suyas quienes andan por sendas biográficas tan retorcidas, aún a sabiendas que no tienen que ver un caso con otro?

miércoles, 14 de mayo de 2014

Miradas

Amable Portugal

Muchos ven Lisboa,
y creen conocer Portugal,
desde estos viejos tranvías.
Les cuesta bajarse y pisar esta tierra
rica, culta, y amable, por sus gentes.
   Más allá de los tópicos del colorismo, el fado, el histórico Benfica, el atraso generalizado frente a los convecinos del sur, mentira, Portugal sigue siendo la proa de un gran barco cargado de tesoros, encallado entre las grises fauces de unos farallones que llegan desde el centro de la Europa -levantados por bárbaros banqueros y políticos de alcurnia pecuniaria-, que, además, se permiten la chulería de dejarlo a la deriva después de haberla pirateado con misires vestidos de negro.
El negro en los maniquíes;
otro punto inherente
 a la variedad
y riqueza de su cultura.
   Porque además de esas lenguas con sonoridades de históricas colonias en Africa o ultramar, Portugal también destella por sus pueblos y la bella piel de la caoba luminosa y los ademanes de sus diosas altivas que vuelan sus manos y entrecierran sus ojos, herencia de grumetes que desde los mástiles vislumbraban los acantilados de tierra recién descubierta; aunque también vemos los descascarillados rostros por el mal de "Europa": la desesperanza.
Los muros de su panteón nacional anidan
lisboetas cansados de que no les reconozcan
su valía como artistas o intelectuales.
   Estos días la "Troika" se marcha de Portugal, un país que hoy se debate entre la deuda y la servidumbre a los chiringuitos que otros montan en esta tierra, para repartirse, vaya coincidencia, el oro (que antaño pasó por sus manos). Ahora toca la copa de Champions, y vistiéndose con sus mejores galas y hoteles, con su amabilidad genética que les lleva la brisa del gigante Tajo lisboeta, verán con tristeza que muy pocos invasores se acercarán a descubrir en otras fechas la fuerza artística creadora en Oporto, la Coimbra universitaria, la sabiduría de sus capitanes surcando los continentes marinos, la rica y fascinantes historia de Évora, o la belleza poética que encierran sus viejas librerías del Chiado (con el inolvidable Pessoa y tantos otros). 
El ritmo y la danza
"saltan" a la vista
para este ciego superviviente.
   Los barrios lisboetas, maltrechos por la humedad y el abandono de sus anteriores moradores ricos, con hogares de viejos pescadores modestos que se caen a pedazos, albergan desheredados personajes que se hartan de ingenio para buscar sustento (como el ciego que hace saltar ritmos de su bastón y un bote de níquel con una cuchara) o, sin tener dónde caerse muertos,  duermen en los soportales de marca cerca de la plaza Comercio (una mujer, maltrechos los huesos y columna, se balancea en mínimos pasos para trasladar un cartón y sus dos maletas arañadas y roñosas de la entrada de un lujoso comercio, a un portal semihundido; mañana es domingo, primer día de la semana en esta tierra; por aquí está prohibida la mendicidad, son invisibles). Si se busca, la realidad está endeudada aunque, eso creemos, con menor hediondez que por algunos cercanos rodales.
"Finca de un desheredado",
con "huerto" y "jardín". No se oculta
como en otros lugares
por la quincalla del euro.
   En las próximas horas a los lusitanos les toca postrarse ante el televisor para ver a su Benfica luchar en Italia, y luego volverse al ombligo multicolor de Lisboa, y sentir el hormigueo y la inquietud con el griterío del campo que abrirá sus puertas a otros protagonistas, cercado a sus bolsillos. Dentro, el balón rodará con acento y tacon hispano, bueno, pagado por hispanos. Juegan otros, los de la capital de España. Ellos miran, y pagarán las escobas que arrastren las vomitonas en los parques y avenidas, amén de las previsibles marquesinas destrozadas. También se llevarán las migajas de los emires y sus cohortes que aquilatan camisetas y botas doradas mientras, lejos, mueren de hambre e incultura sus pueblos.
Como este tronco que sale de la ventana,
impúdico en la noche, así veremos a Portugal asomarse
al mundo para mostrarnos que saltará las rejas de los tópicos.
 Andreia cambiará de soportal de comercio llevándose sus cartones y maletas desvencijadas. La ruidera le apelmazará las sienes y no podrá cerrar los ojos a la catódica luz de los eones; bueno, ahora led. Ya se irán, piensa. Y vendrán otros. Qué mas da. Es tan fuerte su raíz a la vida que con tan sólo la brisa que le llega del río se le suavizan los malos pensamientos. Es, si nos acercamos a ella, pura amabilidad.