martes, 1 de abril de 2014

Miradas

Cáritas provoca al "pobre" Montoro


Cristóbal Montoro. Público.es
         Sí, como lo leen. 
 La buena de Cáritas, la ONG -parece que no tan "católica" como muchos de los gobiernos de derechas del país desearían-, le planta cara al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro (¡pobre Montoro, con lo que está haciendo por la "hacienda pública"!), al lanzar un informe en el que se dice que este lideramos, en segundo lugar, el ranking de pobreza infantil de Europa, detrás de Rumanía ("con al menos un millón y medio de hogares españoles en situación de exclusión servera, un 69,8% más que en 2007"). Ahí es nada, si no fuera por lo trágica que es la muestra, si tenemos en cuenta que España era un país rico para José María Aznar no hace tanto, y para su sucesor, José Luis Rodríguez Zapatero, la crisis no existía cuando se había comido las despensas de mucha gente. 
   Pues el "pobre" Montoro se enfada, y pone esa "carita" a la que nos tiene acostumbrados de  personaje de los Simpson,
Montoro y el ávaro Mr. Burn
¿Ficción/realidad? desordencreativo.com
y contraataca con que es falsa, que es mera estadística y una provocación salir a estas alturas con denuncias sobre la pobreza en España, cuando remontamos la crisis, y que no sirven más que para verse amplificadas las críticas provenientes de la "izquierdona" o "izmierda" como la llaman algunos de sus seguidores). ¡Ah! Y todo porque parece ser que se ha propuesto denunciar, desde varios sectores sociales, que con el coste de reflotar las deudas de las autopistas de peaje podría solucionarse gran parte del problema denunciado por Cáritas. 
Así que hagamos un esfuerzo más por comprobar la realidad a la que nos incita el "pobre" Montoro.
  Cáritas, como otras tantísimas entidades y asociaciones de ayuda al desfavorecido, podemos palparla, vivirla, acudiendo a sus locales con una bolsa de comida o ropa a primeras horas de la mañana, esperar a que sus trabajadores y voluntarios no paren un instante en todo el día atendiendo a centenares, miles, de personas de todas las edades, que acuden a sus centros para comer, asearse, ser escuchados, tener un techo, pagar la luz, el agua, buscar empleo, realizar trámites administrativos, y así hasta casi la infinitud de los avatares de una vida cercana a la miseria en lo material. 

Comedor escolar. 20minutos.es
 Pero como el estudio se centra en la infancia, recorramos los parques a mitad de una mañana, ahora que llega la primavera, y veamos cómo muchos niños están con sus abuelos o padres -en paro-; no están, por tanto, en Escuelas Infantiles, no reciben la educación que otros niños de otras clases sociales, cuántos ya no comen una dieta equilibrada en comedores de centros de primaria o secundaria, cuántos tienen materiales que no sean prestados y deficitarios, cuántos no tienen transporte, y no digamos cuántos disfrutan de ropa y vivienda digna...; cuántos se enfrentan al fracaso escolar por falta de apoyos en los centros, o en sus actividades extraescolares,  y tantas otras deficiencias más.
   A Cristóbal Montoro, como a tantos responsables políticos, es más difícil de alcanzarles en la calle parapetados de escoltas y envueltos en coches oscuros; pero podemos escucharles, que para eso controlan muchos medios, con vergüenza, ciertas afirmaciones sobre la realidad que palpamos; y eso a quienes se les presupone conocedores, porque medios tienen, de al menos por qué derroteros acaban ciertas decisiones que prodigan (no olvidamos las reducciones drásticas en los Servicios Sociales de la actual alcaldesa de Madrid, Ana Botella, en sus inicios politiquiles como Concejala de Empleo y Servicios al Ciudadano, o a la presidenta de la Comunidad de Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal, intentado cerrar pisos tutelados para mujeres maltratadas, y claro, su hijos, en el primer trimeste de su mandato, y tantos otros casos de vejación de los derechos más básicos en los últimos años bajo la excusa de la crisis).
   Así las cosas, ahora tenemos que aguantar que el ministro de Hacienda se cabree porque una parte de la sociedad pretenda que las autopistas de peaje queden abiertas, se inunden de vehículos de bajo caballaje, y le impida volar de punta a punta del país para vendernos que ahora sí estamos saliendo de la crisis gracias a que sus banqueros, y demás prohombres de la oligarquía financiera, estos sí que salieron de la "pobreza", están atiborrados de euros.


   No son brotes verdes lo que vemos ante nuestras narices, son alquitrán y gasoil a quintales como el que se van a tener que llevar a la boca tantos niños cualquier día de estos. Porque como dice el título de la novela del griego Petros Márkaris, Pan, Educación y Libertad -un eslogan de las manifestaciones de nuestros convecinos griegos en su lucha contra la dictadura del pasado siglo, y ahora-, es de lo que comenzamos a estar muy faltos.
  Montoro sigue provocándonos, como siempre.

3 comentarios:

  1. No tengo más que decir. Muy bien explicado.

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  2. Una vergüenza! Y no hablemos de sus medidas fiscales que beneficia a los ricos y contra la cultura!

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  3. Lo que realmente le ha picado a nuestro querido Montoro es que sea Cáritas precisamente quien haya hecho pública esa triste y desesperanzadora estadística. Una entidad que tiene la popularidad suficiente como para que no pueda tacharla de ONG izquierdista y poder así desacreditarla impunemente como lo haría con cualquier otra entidad menos conocida. Y aun gozando de esa popularidad ... mira lo que dice.
    Es un artículo estupendo. Gracias por compartilo. Integradoras Sociales que hicimos las prácticas en Cáritas.

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